̶ ¿Qué te pasa, Ayla? Te noto apagada ̶ supongo que él lo dice porque no estoy como siempre, con la sonrisa en la boca.
̶ Ando en una transición espiritual ̶ le respondo ̶ . Hasta hace poco le concedía un valor importante al ser humano, digamos que le otorgaba un 7 sobre 10. Sin embargo, he tenido una noche muy reflexiva y desde hoy sólo le doy un 2, siendo generosa, claro.
̶ ¡Qué pesimista! ̶ añade, dejando un semblante disconforme que inmediatamente corrobora diciendo: ̶ así no se puede ir por la vida. Tampoco te va tan mal, Ayla.
No digo nada. Sólo pienso en mis razones, pero no contesto de forma automática. Tengo experiencias suficientes en mi espalda que argumentan mi conclusion, pero sería una pérdida de tiempo, porque podría parecer que sólo es una percepción personal, y además, me callo porque no se puede debatir con “un dos”: una certeza que descubrí hace mucho tiempo y que sigo a rajatabla.
̶ Existen 56 conflictos armados activos en el mundo ̶ al final hablo porque no lo puedo resistir, y quiero poner un argumento menos cuestionable ̶ . ¿Así queda más claro?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.