Da igual escribir o viajar de forma compulsiva,
comprar, beber o irse lejos a sufrir todos los conflictos del mundo.
Son diferentes vías que llevan al mismo destino:
Huir de ti mismo.
Lo difícil es meditar. No alejarte, no salir de ti, ni de tu metro cuadrado
quedarte
en ese lugar
y conseguir ahí tu propia paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.