8 de febrero de 2025

Creer

Muchas veces me pregunté de qué servía esperar durante tanto tiempo a alguien que no existe, o permanecer en el sueño de algo que no tiene lógica.

Tal vez sirviera para lo mismo que caminar sin rumbo, por si salía a mi encuentro un hombre como tú, que abre delante de mis ojos su mano, que de tantos rechazos que ha tenido ya no le queda miedo para el mío.  Alguien que me dice que le gusto, como a mí me gusta el mar.


Me  sirvió para lo mismo que comer sin ganas. Me sirvió para seguir viva.